Cuento: Triste y vacía, por Alex J. Chang
Algunos la denominan venganza. Otros le dicen revancha. Otros, el dolor devuelto. Otros, karma.
Dicen, con ira, que si alguien convirtió en un infierno su cotidianidad, hay que hacer lo mismo con ese alguien. Pero no saben cómo. Es mejor llamarla vida. Transcurre sin detenerse. Y es redonda.
Rubén Darío Buitrón
Por: Alex J. Chang*
Había decidido quemar todo aquello que me recordará a la desgracia dibujada de tus manos acariciando mi rostro. Ya es tarde. Sólo quedan cinco minutos para terminar con...
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La mentira de tan solo segundos equivalentes a miles de años transcurridos. Sí, en un segundo había pasado un año hipnotizada con tus palabras zalameras "ya vengo cariño" "voy a casa de mis viejos" "ahorita tengo que viajar por la chamba" "me siento muy mal, voy a estar en cama, cariño". Pura mierda.
En un minuto tuvimos un profundo cariño, amor ¿sincero?, planeábamos casarnos. Tal vez viajar por todo el Perú.
Yo siempre te daba la mano con tu poesía tan mediocre, tan huachafa y tan ridícula. Era tu editora, tu amiga y tu cornuda sirvienta (¡Que tal concha de este patán!)
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La primera vez fue un instante sublime: nuestras miradas conectaron como un hielo que se derrite por el intenso calor; fue nuestro intenso amor que nos llevo a derretirnos en una falsa fantasía en el cual los príncipes terminan convirtiéndose en sapos. ¡Vaya que los cuentos de hadas no existen!
Después de ser novios, entrando en confianza con el pasar de los meses y pasando el tiempo juntos, el reloj giro lentamente hasta llegar al presente lentísimo que transcurre sus manecillas.
La vida ya no sería igual.
***
Ya no sé en que año estamos. He perdido la noción de espacio y tiempo. Todo este mundo es tan confuso como tu supuesto compromiso de boda.
Estoy aquí en frente de tus retazos, de tus cuadros y todo la mierda que llevas en tu hacienda en Lurín. Voy a quemar todos aquellos recuerdos de la desgracia dibujada de tus manos acariciando mi rostro. Ya es tarde. Fuego. Gasolina. Cenizas. Infierno. Sólo quedan cinco minutos para terminar con la vida, con nuestra existencia. Hasta que la muerte nos separe, querido. Así será.
*Poeta, escritor y periodista peruano. Autor del poemario Entropía (Golem editores, 2019) y de la novela policial La mujer de los tacones rojos (Montacerdos editorial, 2022). Director/fundador de Cruzada Cultural.
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